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En la mente del bebedor, aunque aun no esté aún atrapado por la adicción al alcohol, hay una serie de premisas que de una forma o de otra le autoconvencen de los beneficios de la bebida alcohólica. Podemos resumirlas en estas cinco:

1. Con el alcohol viene la diversión. Si estoy aburrido, con alcohol puedo divertirme. Con las bebidas alcohólicas hay más diversión.
2. Con el alcohol estoy más alegre. La bebida alcohólica me quita la tristeza.
3. Con el alcohol ya no soy tímido. Me desinhibe y hace que me comprte de manera extrovertida.
4. Con el alcohol no estoy solo. Puedo encontrar amigos / as con quien beber.
5. Con el alcohol acabo con mi frustración. La bebida alcohólica hace que me sienta seguro y contento conmigo mismo.

... pero NO ES VERDAD. La bebida alcohólica no soluciona nada de esto.
Si bien es cierto que el alcohol en pequeñas dosis estimula y tiene cierto efecto euforizante, a partir de cierto nivel de alcohol en el organismo, perdemos el control de nuestras emociones y acciones, consiguiendo el rechazo social, el deterioro de la salud a medio plazo, además de un terrible malestar general la famosa resaca, y la sensación de culpabilidad y verguenza. 

"A partir de cierto nivel de alcohol en el organismo, perdemos el control de nuestras emociones y acciones"

Así pues, si una persona busca la solución en el alcohol a estas cuestiones y entra en ésa dinámica, comienza el proceso adictivo. Ha encontrado la "muleta" perfecta para la solución de sus problemas personales y cuando menos se lo espera, necesita consumir con problemas o sin problemas. YA SE HA CONVERTIDO EN ADICTO.

Antes de que esto suceda, llámenos y tengamos una entrevista, sin coste ni compromiso por su parte. En el Centro Terapéutico Grupo 4 Madrid, de tratamiento, rehabilitación y desintoxicación del alcoholismo, llevamos tratando al enfermo alcohólico y su adicción al alcohol desde 1990. Confíe en nosotros!